¡Por fin en casita! ¡Qué ganas tenía de volver ya!
La maldición del laboratorio me ha durado prácticamente lo mismo que el viaje. Y es que yo tenía razón (y mi jefe también), donde estoy mejor es trabajando. Ha sido llegar aquí y empezar a mejorar. Aunque tampoco ha sido tan ipso facto. Claro que la razón por la que no he mejorado antes ha sido que al día siguiente de llegar estuve con los amigos viendo el partido de Francia - Alemania en el Stade de France. Sí sí, la pasada Navidad encontramos en internet una oferta por lo que podíamos comprar un pack de entradas para tres partidos de fútbol por 45E : Francia - Alemania (amistoso), Francia - Georgia y Francia - España (partidos de clasificación para el Mundial 2014). Viendo que uno de los partidos era Francia - España no lo dudamos ni un momento. Así que al día siguiente de llegar, yo aún levantándome con los ojos pegados por la conjuntivitis y tosiendo, me fui para el partido. Llevaba más capas que una cebolla. Estos días no ha hecho calor precisamente en París. Hasta la manta que me llevé. Y, ¡menos mal! porque, como diría ese día uno de los chicos "si nos ponemos más arriba, estamos con la cigüeña". ¡Qué frío pasamos!. 3 minutos antes de que acabara el partido ya íbamos saliendo del estadio. Resultado, Francia perdió y nosotros caímos (o recaímos, dependiendo de los casos) enfermos. Yo, que no me había recuperado de todas las maldiciones a las que fui sometida durante el viaje, me levanté al día siguiente con un dolor de garganta que creí que eran anginas. Pero el viernes conseguí ir al médico y me dijo que era una infección viral y que me tomara paracetamol para el dolor de garganta, y ya está.
En cuanto al jetlag, creo que me he adaptado mejor de lo que pensaba. Claro que 9h de diferencia son muchas. Sinceramente, los días de diario pensaba que no tenía jetlag y es verdad que no me ha costado levantarme a la hora que debía para ir a trabajar y me he acostado relativamente pronto. Pero el fin de semana me ha delatado y es que me he estado despertando a las 10:30 - 11 de la mañana cuando, por lo general, a las 7:30 - 8 estoy como un búho.
Aunque creo que el mayor jetlag que tengo es el trabajo. Aunque haga mi trabajo, lo estoy haciendo a regañadientes. Ayyyy, ¡cómo me está costando coger el ritmo! A ver si esta semana me motivo y ya estoy al 100% y sin jetlag cuando os escriba el próximo domingo.
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