martes, 29 de enero de 2013

Keystone Symposia (I)

Siento mucho no haber podido escribir el domingo pero aquí está el post. Más vale tarde que nunca.
 
Como ya os dije hace varios meses era posible que viniera a la Keystone Symposia y, por fin, aquí estoy. Sin embargo el viaje es un poco más complicado de lo que en principio debería de ser. Ya que no hay vuelos directos desde París hasta Vancouver, donde se está celebrando la conferencia, el compañero de trabajo que viene al mismo congreso decidió que ya que había que hacer escala, esa escala fuera de algún día. Así que para venir, pasamos tres días en Nueva York.
Los últimos días antes del viaje, se acumuló mucho trabajo, todos los ratones que estaban en experimentación, empezaron a desarrollar tumores. Los resultados parecen buenos, el problema es que para hacer todo lo que hay que hacer con ellos necesito a 4 personas más trabajando conmigo al mismo tiempo. Entonces, podréis entender que estuviera rezando para que pasara cualquier cosa y no pudiera volar para venir y dejarles a los demás con todo el trabajo. He rezado para que la nieve impidiera volar, incluso no me hubiera importado haberme caído y que me hubieran tenido que escayolar la pierna y no haber podido venir. Sin embargo, mis plegarias fueron escuchadas a destiempo.
Pude volar el día 24 para Nueva York y nada más aterrizar la temperatura era de -17ºC. Creo que de los 3 días que hemos estado allí, tan solo hemos llegado de máxima a los -6ºC. Y si es la primera vez que vas a Nueva York, ¿qué haces? ¿te quedas en el hotel esperando a que suba la temperatura? No. te vas a visitar la ciudad, ¿no?. Resultado: al segundo día empecé con dolor de garganta, mocos y, al final del día, fiebre. Pero ¿qué haces? ¿Te quedas en el hotel? No. Sigues saliendo a visitar la ciudad, mientras te drogas cada 4h con paracetamol que es lo único que tienes.
No sé si debido al frío, a la gripe o qué se yo ... a mí la ciudad no me ha entusiasmado tanto como todo el mundo me lo dibuja. Pero posiblemente sea un cúmulo de circunstancias y lo mejor es que algún día vuelva en primavera/verano y pueda ser más objetiva.
Sin embargo el viaje de ayer desde Nueva York hasta Vancouver fue para cortarse las venas. Como solo me quedaban 3 pastillas de paracetamol de 500mg (normalmente tomo 1g cada vez) solo me tomé una pastilla antes de coger el vuelo a Denver, donde teníamos que hacer escala. En este viaje no tenía el asiento contiguo con mi compañero, así que me pasé las 4h30 que dura el vuelo, cubiertita con el plumas y dormida. Al menos tenía 39 de fiebre, con los ojos rojos, queriendo exclusivamente dormir. Hasta tal punto que por dos veces nos mandaron abrocharnos los cinturones por turbulencias y yo solo pensaba que en esas condiciones como si se caía el avión. Ya en Denver me tomé la segunda pastilla de paracetamol, lo que me permitió soportar un poco mejor el vuelo hasta Vancouver. Una vez en el hotel me tomé 1g y me metí en la cama unas 3h. Cuando me desperté, completamente empapada del sudor, sabía que esto último había sido el mejor remedio que podía haber llevado a cabo.
Hoy ya estoy un poco mejor. Y menos mal, así me puedo enterar de las conferencias. Pero esta parte ya os la contaré en el próximo post. Si puede ser, el domingo.
 
Moraleja: cuando pidas un deseo, especifica al máximo no vaya a ser que se vuelva rana.

domingo, 20 de enero de 2013

Una cena muy especial

Por fin es domingo! Por mí hubiera escrito esta entrada en el blog el jueves por la noche o el viernes por la mañana, pero no lo he hecho por si hubiera algún otro acontecimiento que superara la cena del jueves (aunque estaba difícil).
Desde hacía ya tiempo sabía que el pasado viernes iba a venir una de las mejores investigadorAs que hay actualmente en el campo en el que trabaja nuestro grupo. La primera vez que la escuché hablar fue en un Congreso de la ECDO en Portoroz (Eslovenia) en 2007. Ese congreso se realizó tan sólo 8 meses después de que yo llegara a trabajar a Francia, y estaba intentando adaptarme a un tema de trabajo completamente distinto a lo que había hecho durante mi tesis. Así que en aquel congreso conocí y vi hablar a los científicos más importantes en el campo de la "Muerte celular". Pero ella me fascinó. No me preguntéis por qué.
Por eso, organicé los experimentos de toda la semana de tal manera que pudiera ir a ver su seminario el viernes por la mañana. Sin embargo, el martes mi jefe me vino a ver al despacho. Lo que en un principio yo pensé que era tan solo un recordatorio del seminario del viernes, al que yo, desde que empezó a decirme que "como sabes el viernes hay un seminario de ...", ya estaba estaba asintiendo con la cabeza, se transformó en "me estaba preguntando si te gustaría venir a cenar el jueves con ella, conmigo y otro compañero del laboratorio". En ese momento paré de asentir con la cabeza y le dije "¿Qué?, Sí sí, claro, encantada" "Estupendo". Jejeje, y yo con una sonrisa de oreja a oreja.
Desde ese momento me entró la paranoia de que no me iba a enterar de nada de lo que me dijera ya que no estoy acostumbrada al inglés americano. Pero las ganas de ir a esa cena eran superiores a la vergüenza de no enterarme de nada. El otro compañero que iba a la cena estuvo el año pasado un par de meses en el laboratorio de ella y me decía que a veces era complicado entenderla, sobretodo cuando se ponía a hablar de ciencia porque entonces su lengua iba tan rápida como su cerebro.
Llegó el jueves, estaba como en una primera cita, no sabía ni que ponerme. Nada demasiado formal y tampoco nada informal. OK, de negro con un toque de color. Quedé con mi compañero casi una hora antes a tomar un café a la salida del metro y así poder ir juntos al restaurante. El restaurante se llama Le Coup-Chou. Llegamos los primeros, pero mientras nos estábamos quitando los abrigos llegaron ellos. El restaurante es precioso, estilo siglo XVII. Como una casa en la que cada habitación hay unas cuantas mesas. Con las vigas de madera y música clásica de fondo.
Mi jefe nos distribuyó alrededor de una mesa redonda. A mi derecha tenía a mi jefe, a mi izquierda a mi compañero y de frente a ella. Por unos minutos me quedé en mi mundo pensado que era increíble tenerla ahí enfrente y no sólo eso, estar sentada en la misma mesa con los dos (ella y mi jefe). Después de 5minutos de fascinación, como si estuviera enfrente de uno de mis cantantes favoritos de rock, me centré en la cena y en la conversación. La comida fue excelente. A ella la entendía el 80% de lo que decía y el resto lo deducía por contexto. Evidentemente ellos son amigos y eran ellos los que mantenían la conversación. Mi compañero y yo estábamos allí por si alguien nos preguntaba o mi jefe nos miraba como que teníamos que decir algo. Ayyyyy, ¡con lo que me gusta a mí hablar! Aunque ese día me tocaba estar más calladita, no pasa nada. En definitiva, la cena estuvo muy bien: el sitio, la comida y la compañía. Una cena para no olvidar.

domingo, 13 de enero de 2013

La suerte está echada

Después de pasar todas las vacaciones de Navidad completamente frustrada por estar de vacaciones y no poder disfrutar ni del lugar ni de la gente, de cabreos e indignaciones ... el miércoles deposité el dossier de mi candidatura para la oposición de investigadora científica en Francia.
Por un lado, ha sido todo un reto tener que preparar todos los documentos en inglés. La verdad es que si me parece complejo hacer este tipo de cosas en nuestra propia lengua, más en cualquier otra (ya sea en inglés o en francés). Pero, finalmente, estoy satisfecha del trabajo que hice.
Sin embargo, también me ha servido para darme cuenta de que hay gente que pensaba más distante de mí y que me ha ayudado mucho, y gente que considero más cercana y que, por desgracia, no podré olvidar en toda mi vida que me ha ayudado porque siempre me lo recordará.
Creo que soy demasiado utópica, que no inocente.... o a lo mejor sí y no lo quiero reconocer. Pero hay cosas que no entiendo, o quizás es que llevo tanto tiempo aislada que ya no tengo ni idea de las relaciones sociales. Pero menos mal que hay gente que me sorprende gratamente mientras otros me decepcionan.
Puedo entender que se pueda tener una pequeña envidia sana, pero ... de ahí a intentar demostrar todo el tiempo una supuesta superioridad ... A lo mejor el hecho de intentar demostrar es simplemente por autoconvencimiento. Pero desde luego lo que no entiendo es que venga de "alguien que te aprecia mucho". Ufff! Agotador!
O quizás ... simplemente sea por la eterna lucha hombre - mujer. A lo mejor es que los hombre se siguen hiriendo si una mujer consigue avanzar en su camino. ¿Por qué no? Para muchos aún sólo somos "floreros".
De lo que estoy segura es de que debo seguir uno de los mejores consejos que me han dado el año pasado ... y que no me dejan de dar (¿por qué será?) "no lo des vueltas".
A lo mejor es verdad eso que dicen que cuanto más avanzas en tu carrera, habrá más gente que te ponga al zancadilla comparada con aquella que te ayuda, en menos gente se puede confiar y menos (pero mejores) amigos quedarán.
Pues si no puede ser de otra manera ... Que así sea. En cualquier caso no voy a pedir disculpas por intentar seguir mi camino.

domingo, 6 de enero de 2013

Happy New Year

 
Bueno bueno .... ¿habéis sido buenos? ¿os han traído muchas cosas los reyes?¿Habéis sido bueno reyes con los demás? Desde luego que en estas ocasiones los peques tienen las de ganar, jeje.
Esto de los reyes magos no se estila en Francia, aquí están todos poseídos por Papá Noël, así que mi arbolito está triste y vacío. Pero todo tiene su explicación, y es que mis reyes magos en Francia suelen llegar en las rebajas, jeje. Y espero que sea una cámara de fotos.
Y si no, ¿qué tal en Nochevieja? La verdad es que al final me resultó mucho mejor de lo que pensaba. Tuve un pésimo día. Se acababan mis días en España y no había podido disfrutar de la gente de mi alrededor. Vamos que no había pasado ni una triste noche enfrente de la televisión con mi madre y mi abuela, cuanto menos ver a los amigos. Ese día tenía complejo de amiga virtual, esa a la que encuentras por email, whatsapp y el chat de facebook, pero que perfectamente puede ser un extraño porque ni hablo por teléfono y mucho menos me ven cara a cara. Sin embargo, antes de cenar me fui a tomar un par de cervezas con una de mis amigas de toda la vida. Me encanta estar con ellas porque son como uno de los pilares, una de las raíces, pueden pasar meses y años sin vernos pero el momento en el que nos vemos es como si no hubiera pasado el tiempo. Supongo que se debe a que después de tantos años, la relación está en ese punto de madurez en el que han pasado buenos y malos momentos, mosqueos y comprensión, que tendría que pasar realmente grave como para que alguna dejara de estar ahí. Me hubiera gustado pasar un poquito más de tiempo con ella, pero la circunstancias hicieron que nuestro encuentro se redujera a 45 minutos. Pensé que después de cenar la cosa estaría tranquila y que si saldría sería un poquito y para casa. Sin embargo, para muy grata sorpresa mía, mis primos se animaron a salir. Y ... para mí que todos se lo pasaron bien, jeje. Llegué a casa casi a las 7 de la mañana ... y porque me dejaban sola. Eso sí, creo que bailé lo indecible. Al día siguiente tenía la cadera molida de haber bailado el Gangnam style .... y alguno de mis primos seguro que también. Me harté a reír, jejeje.
Parece que el 2013 no empezó tan mal como el mal fario que da el jodío número. Porque ... a mí me da muy mal rollo. Pero quién sabe, igual nos sorprende el año.
Ahora voy a prepararme un chocolatito para celebrar los reyes con un brioche en forma de corona ... como si fuera el roscón. jeje.
Hasta la semana que viene. Sed buenos.