Ayer he empezado un curso para poder tener la habilitación para trabajar con animales de laboratorio y es que, desde hace unos años, es obligatorio tener esta habilitación en Europa para poder manipularlos. Tengo dos opciones, contaros el desastre de día que fue (pero carece de importancia) o contaros alguna cosa curiosa de las que he aprendido.
Primero voy a pedir perdón por si hay algún experto en feromonas que lea esto y yo con mi francés de andar por casa ... no me haya enterado.
En el curso nos han hecho hincapié en conocer el comportamiento de los animales, comportamiento alimentario, de defensa y sexual. El comportamiento sexual está bajo el control de las feromonas. Las feromonas son unas sustancias químicas secretadas por los seres vivos que afectan al comportamiento de otros seres vivos, por lo general de la misma especie.
La existencia de estas feromonas en los humanos es algo que está aún en discusión por la comunidad científica. Sin embargo hay dos experimentos realizados en humanos que ponen en evidencia la presencia de estas feromonas.
En uno de ellos, se rociaba con feromonas masculina (androstenol) una silla situada en una sala de espera. El 80% de las mujeres que entraron en la sala, se sentaron en la silla en cuestión o en las sillas contiguas, mientras que este hecho no se daba en los hombres. Este experimento fue realizado en 1978 por Kirk-Smith MD.
Y mientras los hombre se preocupan por saber cómo afectan las feromonas masculinas en el comportamiento de las mujeres, las mujeres se interesan por conocer el efecto de las feromonas femeninas en los hombres. Por eso, en 1996 Astrid Jude realizó un experimento en el que hombres que estaban respirando copulina (una feromona femenina) o no, se les hacía un test para ver qué opinaban sobre unas fotos de mujeres. Se vio que los hombres que respiraban la copulina encontraban más atractivas incluso a las mujeres menos agraciadas.
Y es que al final ... no dejamos de ser animales. Seguramente más animales de lo que nos creemos y menos inteligentes de lo que presumimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario