El final del curso está llegando y con él el estrés del examen.
El primer día, llegas y te dicen que te van a dar un curso y que el último día habrá un examen, pero que nadie hasta ahora lo ha suspendido, que con escuchar es suficiente. Con lo cuál todo el mundo entiende que esto va a ser un puro trámite porque la mayoría de entre nosotros hace años que trabajamos con animales. Así que por un lado, te relajas y prestas atención a lo que dicen; mientras que por otro lado, tienes tus dudas. Los días van pasando y, después de una semana, te das cuenta de que el temario empieza a ser un poco desbordante. Y te da por preguntar en cómo va a ser el examen. Nadie tiene ni idea, pero todos te dicen lo mismo "nadie ha suspendido nunca, no te preocupes". Hasta que alguien le da por preguntar a uno de los profesores. El profesor, muy amable, nos enseña una plantilla de como va a ser la prueba ... unas 20 preguntas entre respuestas cortas y preguntas tipo test. El resto de compañeros como que ya no considera tanto que sea un mero trámite, pero os podéis imaginar los 2 pobres extranjeros que estamos ahí. Ya no es solo que entiendas el curso en francés, que seas capaz de retener la información, es que hay que escribir en francés.
No estoy excesivamente preocupada, pero sí incómoda porque será mi primer examen en francés.
Eso sí, de esta experiencia solo se pueden sacar cosas positivas: obtener la habilitación, y demostrarse a sí mismo de que uno es capaz de todo... (o eso espero :-))
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