Otra cosa no, pero romántica ... París lo es un rato.
Ayer y hoy se me solapaba el curso de experimentación animal con un congreso en París sobre muerte celular e inmunología. Así que ayer, nada más terminar las clases me crucé París de este a oeste para ir al Instituto Pasteur donde estaba organizado el congreso (organizado, entre otros, por mi jefe). Llegué a la última sesión, pero fueron dos horas muy fructíferas.
Allí me encontré con mi jefe, que hacía casi dos semanas que no me veía, y empezó a hablarme de proyectos. Y, mientras él me hablaba, yo pensaba "Ufff, ¡qué agobio! Espérate al lunes." En fin, en uno de los proyectos quiere que establezca para el laboratorio un nuevo modelo de carcinógenesis en el ratón, concretamente de cáncer de mama. Yo le dije que encantada, pero que sería mejor que me enviara un par de días a Viena, donde hacen esta técnica de forma rutinaria, para aprender bien a hacerla y no estar haciendo pruebas sin sentido. Me dijo que le parecía bien y que, aprovechando que en el congreso estaba el director del laboratorio al que debería de ir, me dirigiera directamente a él y le preguntara si podía ir. Y así lo hice. Me acerqué al investigador en cuestión y me dijo que no había ningún problema. Así que esta semana tendré que organizar el asunto y para Viena que me voy un par de días, jejeje.
A parte de sacarme un viaje a Viena, ayer la cena de gala del congreso. Mi jefe nos había invitado a unos cuantos del laboratorio. La cena de gala se celebró en un crucero por el Sena. ¿A que suena romántico? Te montas en el barco, te sirven una copa de vino y unos canapés en cubierta mientras ves como se pone el sol, se ilumina la Torre Eiffel y te imaginas estar ahí con una persona especial en lugar de andar con una panda de científicos locos jeje. Luego nos informaron de que la cena estaba servida y de que podíamos pasar al interior. La cena fue tirando a ... cutrecilla. Un medallón de foi gras, una mini loncha de salmón y un postre de chocolate. Vamos, para engordar no era. Sinceramente, será muy bonito esto de pasear por el Sena de noche, las luces y demás ... pero pagas una pasta por una cena por la que en cualquier otro sitio pagarías un tercio de lo que vale. (¿Habéis visto que pronto se ha acabado el romanticismo? jejejjeje).
Después nos pusieron música con un DJ, al cuál pillé haciéndonos fotos. Pensaría "Estos pobres, para un rato que no están con la bata, degeneran". Yo en ese momento ya me quería ir para casa porque hoy tenía el examen de la formación, pero .... claro, no es un restaurante sino un barco. Así que hasta que el barco no atracó en el muelle no me pude ir.
Aunque me pasé 1h30 de viaje en transporte público hasta llegar a mi casa (por las noches en París el transporte público es "un pelín" lento), la verdad es que mereció la pena. Tampoco una tiene la oportunidad de cenar en un crucero por el Sena todos los días (y tampoco pagaría por ello). Jejje.
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