sábado, 24 de marzo de 2012

La fiesta de la primavera

¿No es cierto que la primavera nos sirve de excusa para todo en este momento? Si estás cansado es la astenia primaveral; si estás sobreexcitado es por la primavera; si tienes alergia es la primavera; que quieres hacer una fiesta, la excusa ideal es la llegada de la primavera.
Y eso es lo que ha pensado mi jefe. El jueves pasado tuvimos la fiesta de la primavera en el laboratorio. El día antes nos fuimos a comprar todo lo que necesitábamos y, no sé si con el permiso del jefe o no (creo que sí), compramos unas 80 botellas de vino. Este dato supongo que es más o menos importante dependiendo del número de personas que se supone van a beberlo. El grupo lo formamos unas 40 personas, algunas de las cuales no beben alcohol ... así que creo que la cantidad de vino era más que considerable. A mí no me gusta mucho el vino, además de que se me sube enseguida a la cabeza, y sólo me entra si lo mezclo con coca-cola o fanta de naranja o fanta de limón. Así que os podéis imaginar a los franceses echándose las manos a la cabeza cada vez que cometo el sacrilegio de echarle a uno de sus vinos un refresco. Pero si es lo único que compran, ¿qué quieren que haga yo? pues volver a mis años de calimotxo. Pero como esta vez era yo quien iba con el coche a hacer la compra, me hice con un para de botellas de martini rojo para una compañera y para mí. Y no me digáis que es mucho que a botellas de vino tocábamos a dos por persona y a martini solo a una (jeje). En cualquier caso, no nos acabamos ni una.
Después de 4h de beber mucho y comer poco, consideré que era la mejor hora de bajarme a casa. Y ayer, a las 7:30 de la mañana estaba en el laboratorio dando el callo. Lo mejor de todo fue cuando a las 8:30 de la mañana recibo un whatsapp de mi padre donde me pone si tengo resaca (ni hola, ni buenos días, nada, jejejejeje .... ¡cómo me conoce!) Pero no, porque como ya llevo bastante mal eso de tener un cuerpo jota al día siguiente, he puesto en práctica una táctica que es bastante conocida no solo en España sino también en Austria (o so me comentó mi compañera austríaca). La táctica consiste en alternar una bebida alcohólica con un vaso de agua. El alcohol deshidrata produciendo los efectos de resaca del día siguiente, entonces lo mejor es alternar con vasos de agua que rehidratan evitando así la sequedad de boca y dolor de cabeza del día siguiente.
Así que si no lo sabíais, ya lo sabéis ... beber y aguantar más tiempo. Eso sí, ayer estaba matada y a las 9 de la noche estaba sopa en el sofá.
Y este finde ... a disfrutar los 20ºC parisinos.

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