Los años no perdonan

No sé si es una apreciación solo mía o general, pero tengo la sensación que la década de los 30 supone un punto de inflexión ya que, por muy joven que seas o te creas que eres, tu cuerpo te empieza a recordar que no es así. Es cierto que hay gente con mejores genes que otros, pero por muy buenos genes que se tengan (que ya digo yo que no son los míos), ya hay que cuidarse mucho más. Que si hacer ejercicio para combatir a los efectos de la gravedad, que si cremitas para hidratar (o engrasar, según se mire) la piel, con cuidado de lo que se come porque nuestro metabolismo va siendo más lento...

¿Y las recuperaciones de los excesos? No somos nadie, ahí ahí es meter el dedo en la llaga. Que si comes mucho ... ya puedes estar una semana entera a lechuga. Que si te pasas haciendo ejercicio ... estás con agujetas una semana. Que sales una noche de copas ... un mes.

Anoche tuvimos fiesta unos cuantos colegas del trabajo, casi todos itañolos. Que si un ponche, que si vino, que si licor, que si ... que si te vas bebiendo uno tras otro, que empiezas a notar que la lengua te pesa, que vas haciendo equilibrios hacia el lavabo y, de pronto, le tiras una copa al colega que tienes al lado. Y ya dices, ¡basta ya!. Mira, en eso también se notan los años, antes te hubiera dado igual ocho que ochenta, pero ahora ... tienes más sentido de la vergüenza. En fin, ese fue mi momento stop de la noche. Desde ese momento solo le día al agua.

Y esta mañana .... ayyyy esta mañana. Gracias al agua, y a la hora de viaje hasta casa en transporte público donde había pocos cuerdos, no tenía ni un atisbo de resaca, ni mal el estómago ... nada. ¡Qué bien! ¡Qué mayorcita! ¡Qué bien me cuido! Pero cuando he ido a poner el pie en el suelo ... creo que si me parten las piernas me duele menos (sí, es una exageración). Me he levantado con unas agujetas para morirse. Y es que ayer, con mi afán de cuidarme y de luchar contra la gravedad, me dio por hacer ejercicio durante hora y media (cuando lo máximo que suelo hacer son 15min).

En fin, si no es por una cosa es por otra ... pero el cuerpo se encarga de darnos un toque. Creo que en esta ocasión hubiera preferido tener resaca a agujetas ... pero en el fondo sé que es mejor para mí que sea así.