Pues ya se ha acabado mi estancia en Viena y dentro de unas
horas cogeré el vuelo de vuelta a París.
En líneas generales han sido unos días muy buenos, tanto para hacer turismo como ayer en el laboratorio. El IMBA, el instituto al que venía a aprender el nuevo modelo de carcinogénesis de cáncer de mama de ratón, me ha dado muy buena impresión. Se ve que el edificio es relativamente nuevo, bastante tranquilo y muy limpio. Nada más llegar, la chica en cargada de enseñarme la técnica bajó a buscarme, me explicó un poco qué es lo que íbamos a hacer y nos bajamos al animalario, que no tiene nada que ver con los animalarios en los que he trabajado antes en cuanto a seguridad e higiene se refiere. Por lo general es suficiente con ponerse una bata limpia, cubrirse los zapatos, las manos, el pelo y ponerse mascarilla. Aquí ya impresiona ver la cantidad de puertas que hay. Empezamos con que hay vestuario de chicas y vestuario de chicos separados.
Nada más entrar había una chica en ropa interior que se estaba vistiendo. Lo primero que pensé fue "menos mal que vengo depiladita y con ropa interior decente". Pero no, simplemente nos pusimos un mono encima de la ropa, calzado exclusivo del animalario y el resto como en cualquier animalario. Eso sí, antes de pasar a la zona donde están los animales tuvimos que pasar de una en una por una cámara de esterilización. Una vez dentro, las instalaciones donde están los animales son muy buenas. La zona de alojamiento de los animales es distinta de la zona de manipulación, así de esta manera se evita que los animales estén muy nerviosos debido a las feromonas que estos liberan cuando se les manipula.
La técnica me ha encantado. No es tan obvio como mi jefe o la propia chica me habían dicho, pero sí es cierto que no es tan complicado como yo me pensaba. Además ella fue muy amable porque me dejó operar a 1/3 de sus ratones. Ha sido la primera vez en la que he tenido que anestesiar y operar al ratón si sacrificarlo después. El hecho de abrir al ratón, aprender a coserlo y controlar si despierta o no ha sido increíble. Por lo general trato al animal con mucho respeto, mismo si lo acabo de sacrificar; pero ayer era aún mucho más delicado porque el animal tendrá que vivir aún unos cuántos meses más después de la operación. Simplemente increíble.
Ahora solo me queda empezar mi proyecto después del veranito (si todo va bien) y ver si todo va tan estupendamente como fue ayer aquí.
A parte de la técnica, algo que también es importante y que está bien no olvidar es que hay vida más allá del laboratorio en el que estoy y si todo se complica para quedarme en Francia o volver a España ... Viena puede ser un buen destino (pero nunca como primera opción ... no entremos en pánico)
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