Para mi futuro inmediato mi jefe ha decidido que aprenda unos nuevos modelos de carcinogénesis en ratón.
Una vez, un amigo me dijo que si no me parecía triste trabajar estudiando el cáncer. No porque mi trabajo representa la esperanza para los enfermos de cáncer. Además, yo tengo contacto con la enfermedad y no con los pacientes (eso es misión de los médicos). Sin embargo, sí veo a los pacientes cada día porque donde trabajo es un hospital en el que se trata exclusivamente a pacientes con cáncer; y lo más duro es ver a los niños ... aunque ellos casi siempre tienen una sonrisa en la cara.
Pero a lo que iba. Para hacer experimentos en ratones, el protocolo normal es inyectar células tumorales bajo la piel y cuando empieza a crecer realizamos tratamientos a los ratones. Sin embargo, cada vez este tipo de protocolos es más criticado porque estas células que inyectamos pueden ser tanto de colon, como de pulmón, etc., y lo que se pretende ahora es inyectar estas células en su lugar de proveniencia. Es decir, inyectar células tumorales de pulmón en el pulmón (por ejemplo). Y este modelo es el que estamos haciendo hora mismo. El problema que surge es que no podemos observar a simple vista el crecimiento del tumor. Así que lo que hemos hecho es inyectar células tumorales de pulmón que artificialmente poseen una proteína que en contacto con una sustancia que inyectamos al ratón emite fotones. Y estos fotones pueden ser capturados por una cámara y así vemos la foto del ratón y donde hay emisión de fotones es donde está el tumor.
Ayer fue el primer día en todo los años que llevo trabajando que hago este tipo de análisis, ver la emisión de fotones en los ratones. Y me quedé tan impresionada que he decidido poneros una foto con mis ratoncillos para que lo veáis.
No sé a vosotros, pero a mí me parece alucinante.
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