Aaaaahhhh! Qué gran día el de ayer!!!
Ya vuelven las ovejas al redil. La alegría de la huerta llegó de vuelta al laboratorio.
Yo creo que el laboratorio está ya al 75%. Lo cuál no está nada mal porque así al gente va teniendo tiempo de avanzar en sus proyectos para cuando la semana que viene llegue el jefe.
Pero si hubo un momento especial ayer fue la visita de una antigua estudiante de tesis que se marchó en enero de este año a hacer el postdoc a Brasil donde actualmente vive con su marido. Y vino a visitarnos junto con su bebé de mes y medio. Lo primero que la dije fue que tenía mucho valor de haber hecho ese viaje ella sola con un bebé tan pequeño.
Ella es ese tipo de chica que lo tiene todo planificado en la vida. Desde que la conocí, cuando tan solo tenía 24 años, ya tenía muy claro que quería casarse con su novio y quería tener a su primer hijo antes de los 25 porque después la parecía que ya era muy mayor. Tener ese tipo de conversación con ella me deprimía porque para mí esa idea ira descabellada y más porque por entonces yo ya tenía 31 años.
No sé cómo lo hizo, pero consiguió que su novio viniera a vivir un año París y antes de que acabara ese año, ya se habían casado. Unos meses más tarde me enteré de que tenía una enfermedad metabólica con la que tenía que tener cuidado si quería tener hijos. Pero es que ya antes de que el novio llegara había ido tanto al ginecólogo como al su médico especialista para ponerse en tratamiento (sobretodo alimentario) por si se quedaba embarazada. Y todo esto ... no sé si lo habría consultado con la otra mitad implicada. Pero era tan seguro que eso era lo que quería, que parecían lentejas. Bueno, al final tuvo a su bebé a los 28-29 y no a los 25 como ella quería. Pero ayer cuando la mirabas se veía a una mujer realizada.
Eso sí, alrededor de ella seríamos unas 8 chicas y la mitad no queríamos tener hijos. En realidad algunas eran muy jovencillas y creo que lo ven como algo muy lejano. Pero también éramos dos con una edad pasados los 33. Y si con esa edad aún no lo tienes claro ... mal lo veo.
Cuando al principio decía que no quería tener hijos, la gente (sobretodo las mujeres) me miraban mal. Sentía como sus miradas me juzgaban. Sin embargo, creo que no por tener hijos se es más mujer. Tampoco creo que esa sea la finalidad de la mujer. Creo que antes que mujer se es persona. Y como tal, tiene el derecho a decidir si quiere tener o no hijos.
Cada una tendrá sus motivos: ambición profesional, inseguridad, sin instinto maternal. Lo mío es puro egoísmo. No cambiaría mi vida tal y como está por nada. Poder trabajar las horas que quiera, no preocuparme de las comidas, viajar cuándo y dónde me da la gana, salir a cenar y de fiesta ... Quizás, como me dice un buen amigo, sea un Peter Pan. O quizás me haya costado mucho esfuerzo estar donde estoy, como para ahora cambiarlo todo.
No se puede decir de este agua no beberé, pero ... tampoco hay que criticar a aquellos que no la quieran beber.
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