Después de que varias personas me comentaran que les gustaba el blog, y viendo que quizás haya cogido el respiro necesario, he decidido ponerme de nuevo a ello. No puedo prometer tener tiempo de escribir todos los días, pero lo intentaré.
Este fin de semana pasado he vuelto de pasar unos 20 días de vacaciones en la tierra patria. Hacia muchos años que no tenía unas vacaciones de verano en las que prácticamente no tuviera que trabajar. Así que, ¡por fin!, he podido desconectar y recargar las pilas. Sin embargo, como cada año, los sentimientos de alejamiento se van acentuando ... hasta el punto de sentirte en casa cuando cruzas la frontera dejando atrás tu país. Y aunque quizás alguna persona reaccione como "¡ya te vale!" "eso es imposible", "como en España no hay nada", etc.; la verdad es que es algo de lo más normal. ¿No se dice en España eso de "Se es de donde se pace y no de donde se nace"? Pues ya está. Antes la gente se movía de Jaén a Barcelona y ahora la gente se mueve por todo el mundo, pero el principio es el mismo.
Si que es verdad que cuando un investigador sale al extranjero en principio es por una duración de 2 años. Y puedes creer, o querer creer, que en este periodo de tiempo nada va a cambiar y que cuando vuelvas todo será igual que antes. Pero ... no es así. Ayer mismo hablaba de esto con uno de mis compis que tan solo lleva aquí medio año, y decía que ya él tenía un poco esa sensación. Las bromas, los temas de conversación, todo va cambiando. Evidentemente, siendo este mi 7º año en el extranjero, mi punto no es el tema de conversación, sino la vida entera. Sobretodo lo veo por mis amigas de la infancia. La mayoría de ellas en estos 6 años y medio se han casado y/o tenido hijos. Y, sin embargo, yo tengo la misma vida que hace 12 años. Así que para mí la diferencia es bastante evidente. Pero, es que da igual que esté aquí o que estuviera en cualquier otra ciudad de España. Lo que quiero decir es que uno va idealizando su lugar de origen por los momentos vividos allí, y que es un error creer que nada va a cambiar en tu ausencia. Por otro lado, tengo un compañero italiano que lleva fuera de casa 9 años y él ya me vaticinó hace 2 que el lugar donde vivo pasaría a ser "mi casa". Puede que tenga razón. Aún así, pregúntale a cualquiera que lleve viviendo en el extranjero x años. Seguro que a todos les gusta volver a su país con cierta frecuencia. O al menos eso es lo que veo que aquí y mira que el 50% de los que trabajamos en el laboratorio (unos 20) somos extranjeros.
Porque ... estar allí con la familia es, al final, lo que más importa. Ellos, en mi caso el olor a pinar, y unas cañas y/o cafés con los amigos, son las cosas que te hacen recargar las pilas. Así, cuando llegué ayer al trabajo, me dijeron eso de "tienes una cara radiante". Por algo será .... JJJJ.
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