martes, 11 de diciembre de 2012

En estado de caos.

Lo siento, estoy desbordada ... un poquitín más de lo habitual.
 
No me gusta nada este mes del año. Incluso desde hace dos años hasta me molesta la Navidad. Pero en realidad no es que  me moleste la Navidad en sí, sino el caos que me generan a mí (igual no soy la única).
En Francia la gente trabaja ya el 2 de enero, así que los días de Navidad se reducen realmente a del 24 al 1. Pero claro, entre los fines de semana que hay por el medio y el precio de los billetes, uno termina cogiéndose unos 10 días. Lo cuál significa que el laboratorio baja su productividad a mínimos durante unas 3 semanas: 2 en las que la gente no está y 1 entre que acabas cosas y las pones en marcha. Así que al jefe le hace entre poca y ninguna gracia. Yo la verdad es que le entiendo, porque a ver ¿en qué empresa se van el 90% de los trabajadores durante 10 días? Por lo general, unos cogen vacaciones y otros pringan, ¿no?
Pero ... la Navidad es la Navidad y la mayoría de los que estamos aquí somos extranjeros así que, salvo situación altamente importante (como el envío inminente de un artículo o estar en plena revisión), nos vamos. Sin embargo esto conlleva ciertas consecuencias. La primera es que el jefe está más encima de nosotros durante el mes que precede. Y nos pide, y pide más, y más cosas, y se hace un mes interminable. Por eso, entre el viernes y hoy hemos acabado tres artículos, uno ya enviado y otros dos que serán enviados secuencialmente (y estos en los que yo estoy involucrada porque del resto de compañeros habrá otros, supongo).
Pero además del trabajo relacionado con el laboratorio, que cada día va aumentando, me ha llegado un artículo para revisar. ¿Os acordáis que siempre os hablo de los referees (los especialistas que evalúan los artículos)? Pues esta vez soy yo la referee, jeje. Se me hace muy raro, pero también me hace mucha ilusión.
Sin embargo, lo que más me estresa y me da la sensación de que lo estoy evitando porque el mero hecho de ir a la página web ya me agobia, es que ayer abrió el plazo para presentar la candidatura para la oposición en Francia. Y es que ... si el año pasado mi artículo era mi monotema, este año la oposición es el tema que todo el mundo está eligiendo para hablar conmigo (aiiiinnnnnssss). En fin, es algo que tengo que hacer.
 
No sé la impresión que da cuando leéis esto. Lo único que yo os puedo decir es que, a pesar de todo el sacrificio, estrés, caos, momentos de agobio, hasta lloros de impotencia cuando me cuesta hacer las cosas (porque estos momentos también los tengo), estoy muy muy contenta de cómo están yendo las cosas. Me siento muy afortunada de estar dónde estoy y en el momento en el que estoy. Tengo mucha suerte porque estoy viviendo un sueño, mi sueño.

2 comentarios:

  1. Ole,ole y olé. Asi se habla,muy bien. Y eso d Vancouver q? Ainnnnnssss ten cuidaito q eso esta muuuu lejos y una d Cuéllar tan pa llaaa,no se yo,no se yo...q miedo,jijijiji. Cuando seas mu famosa,mu famosa y te den el principe d asturias...anda llevame contigo xfa,anda. Muak

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  2. Jajaja. Muchas gracias Anita. Eres un sol, siempre animando. Así da gusto escribir el blog. Lo de Vancouver lo cuento en la entrada de hoy. Y cielo ... ¿cuántos científicos famosos conoces? Jeje. De todos modos, lo siento pero nunca llegaré a tanto como para ni siquiera pensar en el Príncipe de Asturias. Pero se agradece que lo pienses, se ve que me quieres bien (demasiado).

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