lunes, 3 de diciembre de 2012

Nuevo propósito

Aún queda casi un mes para el nuevo año, pero yo ya fui cogiendo ventaja con los propósitos ayer. Me propuse que a partir de hoy me iba a la cama a las 10 de la noche. Igual os parece una tontería, pero desde luego que no tengo ganas de acabar teniendo que cogerme un día de descanso porque no pueda más.
Por otro lado os daréis cuenta de que os hago caso a vuestros consejos. No solo eso, yo creo que el hecho de haberme pasado todo el fin de semana encerrada en casa trabajando a este ritmo, y no directamente para mí, ha influido. Y que esté cansada a tres semanas de las vacaciones de Navidad también.
¿Sabéis? Habrá gente que opine que hacerse propósitos es una soberana bobada. Seguramente que en muchas ocasiones sean los mismos propósitos una y otra vez, pero el hecho de proponerse algo es al mismo tiempo una manera de darnos cuenta nosotros mismos de que hay cosas que no nos gustan de nosotros mismos y que queremos cambiar para mejorar (según nuestros propios criterios). Es como un "¡Basta ya! Esto no puede seguir así". Porque si no, ¿por qué nos propondríamos nada?.
Además me parece fundamental no desanimar a nadie en sus propósitos porque la mayoría de las ocasiones es difícil conseguirlo, por eso se proponen siempre con frecuencia, y en lugar de hacer el típico comentario de "Total, te va a durar tres días" es mejor animar. Vamos para desanimar es mejor callarse.
Así que mi propósito a partir de hoy es ser un poquito menos workaholic (adicción al trabajo) y parar de trabajar a la hora de la cena y marcharme a la cama como las gallinas. A ver si de esta manera consigo no agotarme tanto. De hecho estoy pensando que ya con la cena me voy a tomar una infusión relajante a ver si me hace efecto pronto. Ya os contaré si lo consigo.
Y ya sabéis, si tenéis un nuevo reto o propósito no lo dejéis para el 1 de enero  y, sobretodo, no penséis que es una tontería porque no hay mayor derrota que la no-lucha.

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