Ayyyy, si es que como me dice mi amiga ... no soy nadie.
¿Os acordáis que hace unas semanas decía que había llegado una chica nueva a la oficina y que había conseguido sacar mi carácter castellano en dos milésimas de segundo?
Pues yo no sé si ella pilló la idea el primer día (puede que tenga una ceja que se me levanta con cierta facilidad o que tenga una mirada de esas que lo dicen todo), pero conmigo ha estado por lo general bastante suave, y si no lo estaba se llevaba una contestación con mantequilla.
Pero ayer bajó conmigo al animalario, que la estoy enseñando a trabajar con animales, y la pegó el bajón. ¡Pobre! me dio mucha pena. Si es que se me ablanda el corazoncillo con demasiada facilidad. En fin, me estuve un rato con ella hablando intentando animarla.
Al igual que le dije a ella, no conozco a ninguna persona de las que han pasado por el laboratorio y que no sea de origen francés, que no haya pasado por una situación similar en algún momento. Por muy válido que seas, un cambio es un cambio. Salvo los que se quedan en el mismo laboratorio de tesis, la mayoría de los postdocs tenemos que cambiar de labo. Después de una rutina de al menos 4 años de tesis, es difícil llegar a un nuevo labo: un nuevo proyecto que hay que arrancar y, por lo tanto, no tienes mucho trabajo; tener que adaptarse a la nueva gente porque estas solo; y adaptarse a una nueva manera de trabajar, que puede estar más o menos cerca de la tuya propia. Vamos que pasas de ser un veterano en tu antiguo laboratorio, de tener un proyecto avanzado en los últimos años y que controla las técnicas utilizadas; a cambiar, ser más mayor pero al mismo tiempo un novato, con un proyecto a desarrollar, y sin conocer las técnicas. Así que si se viene pensando en que por tener un doctorado, ya eres super-mega-importante ... lo llevas claro. Y una actitud prepotente lo único que puede provocar es el rechazo por el resto de compañeros, porque evidentemente ninguno va a decir "Gracias señor por enviarnos a esta persona que nos ilumina en nuestra oscuridad". Y menos aún si, como en este caso, eres una persona que quiere mantener una relación social con los compañeros a parte de mero trabajo.
En fin, no me atreví a decirle que no había empezado con el mejor pie. Pero sí le di a entender que dentro de unos meses se dará cuenta de porqué la gente no dedica tiempo a los demás ... más que nada porque no lo tienen.
Aaaaiiiiiiinnnnnnnssss ¡No tengo remedio!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario