Llevo un fin de semana en el que parece que vivo en "Los mundos de Yupi". Mismo si el día es gris y está lloviznando, yo estoy con mi sonrisa relajada en la cara. ¡Qué relax!.
Ayer nos juntamos tres españoles a comer en casa. ¡Y qué mejor comida en un día gris y triste que un cocido castellano! (bueno medio castellano y medio francés, que aunque el chorizo, el jamón y el tocino eran del pueblo, el resto era de aquí). Podría ponerme a describirlo, pero una imagen vale más que mil palabras.
¿Qué? Os habeis quedado tiesos, ¿eh? Pues sí, esto más los garbanzos nos lo intentamos meter entre pecho y espalda entre los tres. Y digo intentamos porque evidentemente fracasamos en el intento. Vamos, que después de comer lo único que pudimos hacer es una sobremesa de 6 horas porque éramos incapaces de movernos de la silla. ¡Y esas sobremesas con los amigos! Un tema te lleva al otro. Un sinparar de darle a la sinhueso. Vamos que cuando nos quisimos dar cuenta eran las 8 de la tarde.
Huelga decir que ayer me salté la cena. Vamos que me metí en la cama a las 11 de la noche con un almax y con el estómago como una fiesta gitana. Pero .... ¡y lo bueno que estaba!.
Hoy remato las sobras y la sopita ñam ñam.
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