Primer día de trabajo mucho más tranquilito de lo esperado y marcado por una ausencia.
Una de las características de la ciencia es la movilidad. Los contratos que se pueden conseguir durante la tesis o el postdoctorado suelen ser de una duración de 4 - 2 años, respectivamente; y en este último caso suele haber una cláusula que diga que no se puede llevar en el mismo laboratorio más de "x" años. Todo esto para decir que en un mismo laboratorio la gente viene y va con mucha frecuencia, y te toca un poquito la moral cuando la persona que se va es alguien especial.
El día antes de marcharme de vacaciones nos despedimos de un compañero. Yo estaba tan orgullosa de no haberme puesto a llorar al despedirme, pero creo que era más el efecto de que me iba de vacaciones o de que habían rechazado el artículo que de otra cosa. Ayer, cuando llegué al despacho, me encontré un sobre con mi nombre que me había dejado él. Al abrirlo ahí estaba una rata de peluche y, en ese momento, no pude evitar emocionarme porque me dí cuenta de que era verdad, ya no estaba.
Es increíble como hay gente que, aunque intentes evitarlo, te toca el corazoncillo. Además, creo que el sitio en el que trabajo tiene tal nivel de estrés que sin darnos cuenta nos refugiamos en los compañeros que nos hacen la estancia o el trabajo mucho más llevadero.
La parte buena de esta movilidad es que puedes conocer mundo yendo a visitar a los coleguillas. Mira, yo a ver si ahorro y me voy a Australia a verle a él. Por lo pronto, me quedo con mi nueva mascota a la que aún no he puesto nombre.
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