Ayyyy! ¡Qué dura es la vuelta al trabajo después de cinco unos días de reláx!
Menos mal que esto de tener estudiante ayuda en la tarea. Ayer andaba completamente empanada. No sé si os ha pasado a veces que parece que el cerebro no es capaz de retener información y que están completamente bloqueado; que por mucha atención que prestéis no os quedáis con las cosas. Pues así estaba yo, con el cerebro hecho puré. Así que no di de sí nada más que para hacer lo mínimo. Menos mal que mi estudiante está al 100% y no he tenido que ayudarla prácticamente nada.
Hoy era su último día en el labo hasta enero porque como estudiante de máster, tiene que asistir a varios cursos y empieza la semana que viene. No sabe cómo la voy a echar de menos, por un lado porque es muy maja y, egoístamente, porque el proyecto tiene que seguir adelante así que yo tengo que continuar con su trabajo más el mío y me esperan dos meses de infierno hasta que vuelva, jeje.
¡Con lo bien que estaba yo! Aunque me tocara estar trabajando en casa con el ordenador desde las 17h hasta las 23h, pero eso de tener que trabajar haciendo experimentos de 7h a 16h y luego seguir en casa era una gozada. De todos modos, digo yo que si he sido capaz de hacerlo en el pasado, lo podré hacer ahora de nuevo ... aunque es verdad que antes tenía menos trabajo de ordenador. ¡Ayyyyy, vuelve pronto! Jejeje.
Tranquilidad, no nos agobiemos. Solo necesito un poquito de organización y ... ya está (ejem ejem), ¿no?.
Bueno, menos mal que hoy andaba un poco más lúcida y he conseguido hacer con ella balance de todos los resultados que tiene hasta ahora, enseñárselos al jefe y poder organizar los próximos dos meses. Snif, snif.
Desde luego, ¡qué pronto se acostumbra uno a lo bueno! Jeje.