Hoy ha salido en todos los medios de comunicación que es el "Día mundial contra el cáncer de mama".
En uno de los periódicos en su versión digital había gente que comentaba que por qué se hablaba de este cáncer y no de otros porque había más. Y tienen toda la razón. Sin embargo, tiene su lógica. El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en mujeres y, solo en España, aparecen 20.000 casos nuevos cada año. Debido a esto, se ha invertido mucho dinero tanto en prevención como en tratamientos. Ahora mismo en España se hacen controles rutinarios en mujeres de edad en riesgo que consiguen detectar en etapas muy iniciales las pequeñas masas. De hecho hace unas décadas era frecuente la mastectomía del pecho afectado, mientras que en la actualidad existen casos en los que ni siquiera hay operación y, de haberla, son pocos los casos en los que se da la retirada completa de la mama. Además el porcentaje de superación de este cáncer también ha aumentado en los últimos años.
Seguramente, como todos, conozcamos a mujeres de nuestro entorno que lo han sufrido. Algunos quizás de manera muy cercana. Yo tengo que dar gracias porque nadie de mi familia inmediata lo ha sufrido. Sin embargo, como ya os he comentado en alguna ocasión, trabajo en un hospital que se dedica exclusivamente a pacientes con cáncer. De hecho está considerado el número 1 en Europa, porque además de dedicación plena, también se hace investigación tanto básica como clínica y que les permite aplicar tratamientos novedosos.
Para ello, existe una relación estrecha entre la medicina y la investigación. Grupos de investigación multidisciplinares: biólogos que se centran en investigación básica, médicos y farmacéuticos que se dedican que se centran en investigación clínica, e incluso bioestadísticos que determinan la posible relevancia entre los descubrimientos científicos y los pacientes.
Para poneros un ejemplo, en el trabajo que he estado realizando estos últimos meses, analizábamos dos personas independientes, las muestras de unas 1600 pacientes. Estas muestras han sido recogidas por los servicios del hospital y nosotros hemos estudiado la expresión de dos proteínas en las muestras de biopsias. Nuestras observaciones serán posteriormente validadas por médicos patólogos y los estadísticos confrontaran nuestros resultados con los datos de las pacientes para saber si nuestra proteína de interés sirve como marcador que nos ayude a determinar el tratamiento adecuado o a predecir la respuesta que tendrá la paciente al tratamiento. Esto explicado un poco a groso modo.
Por un lado impone la responsabilidad que conlleva dicho estudio, por lo que considero que la rigurosidad en el análisis debe de ser incuestionable, y por otro lado te invade un aire de esperanza al pensar que quizás es pequeño grano de contribución pueda ayudar en un futuro no muy lejano a mejorar, aún más, a nivel de tratamientos terapéuticos.
Aunque, no hay mejor tratamiento que la prevención. Así que no os olvidéis de los controles rutinarios.
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