Ayer concedieron el premio nobel de medicina a Yamanaka y Gurdon por su papel en el estudio de la reprogramacion celular. Quizás seria por eso por lo que ayer el jefe estaba mas arisco de lo habitual, porque otro año que no se lo daban a él.
Sea como fuere, ayer me toco la de cal (pero una palada bien gorda). Ahora que lo pienso, a ver si ha leído mi entrada del otro dia y ha querido que me baje de las nubes (jeje). A grosso modo diré que me hizo recordar que se me acaba el contrato a finales de diciembre.
No me molesta tanto quedarme sin trabajo, como que utilice eso para presionarme. Parece después de casi 6 años no me conoce todavía. Menos mal que yo a él le tengo mas calado (en este caso me alegro de ser mujer y de que salga la bruja que eso conlleva).
En cualquier caso, hasta le agradezco que de vez en cuando tenga esas salidas porque, como en cualquier relación, cuando las cosas van bien o simplemente no van mal es difícil tomar la decisión de cambiar. Sin embargo, cuando hay una salida de tono se pierde el miedo a tomar decisiones. Y a veces ocurren en el momento mas adecuado. Y es que de forma inminente tiene que salir en Espanna una convocatoria de contratos por 7 años que estaba planteándome solicitar, pero no sabia como ir a decírselo a mi jefe (porque decírselo me parece lo correcto). Ayer me lo puso a huevo "porque como se me acaba el contrato en diciembre ...".
Puedo decir que no me importa, y la verdad es que en muchos aspectos que podría molestarme no me molesta. Pero lo que me rita, es que intente presionarme para que trabaje mas. Esa presión puede surtir efecto cuando ando relajada, pero no cuando me he pasado mi mes de vacaciones trabajando y duermo una media de 5-6h al día (incluidos los fines de semana).
Aun así, le agradezco que me no todos los días me tenga consentida porque me hace tener los pies en la tierra.
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