Ayyyyy!!!! Muerta moría matá. ¡Vaya final de semana!. ¡Para perdérselo!
¿Qué tal la fiesta de la hispanidad? ¿Se está bien de puente? Yo hoy también lo voy a celebrar, con un poco de suerte me voy a dormir a las 10 de la noche y dormir hasta que me despierte, sin alarma de reloj.
Os tengo que decir que estoy muy orgullosa de mi misma. ¿Os acordáis que hace tres meses estuve en Viena aprendiendo una técnica? Pues ayer, finalmente, operé a mis propios ratones en París. Empecé hecha un manojo de nervios. Claro está que no es lo mismo llevar a cabo una técnica en un laboratorio en el que se hace de rutina, a cuando tienes que ponerla a punto en un laboratorio donde no lo hace nadie. Me las he visto malas hasta para comprarme el hilo de sutura, por poneros un ejemplo. Y ayer, por fin, me lancé y, aunque en un principio había pensado operar 30 ratones ayer y hoy otros 30, al final cogí práctica y operé a los 60 ayer.
No os podéis imaginar con qué tensión acabé. Y es que no es lo mismo manipular a los ratones y sacrificarlos que operarlos y dejarlos vivos. Al menos, para mí es importante ver si los ratoncillos sufren, si están bien, si se recuperan ... Pero hoy cuando he bajado a verlos, para comprobar si había algún ratón muerto, estaban corriendo por la caja, subiendo por la rejilla, incluso me parecía que empezaba a cicatrizar la herida.
Y esa es la razón por la que estoy tan orgullosa de mí misma :-) Aunque imagino que como cualquiera cuando es capaz de superar un reto, ¿no?. Pero hoy ando baja de energías y no me da el cerebro para extenderme más. A ver si hoy descanso un poquillo y, sobretodo, a ver si el fin de semana salgo a distraerme un poco antes de acabar desquiciada con el trabajo. :-)
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