miércoles, 29 de agosto de 2012

Por fin en las fiestas del pueblo

Ayer me pasé durmiendo a deshoras todo el día. Y es que ... los años no perdonan.
Después de haber estado de fiesta la noche anterior, ayer no podía con mi alma del cansancio ... que no de resaca ... no os creáis. Pero yo que iba de valiente me tiré a la calle después de haber dormido tan solo 2h y al cabo de un rato me tuve que volver a casa porque me temblaban las piernecillas del cansancio. Así que me eché otras 2h hasta la hora del chateo. Y después de comer otras 3h. Pero a poquitos conseguí dormir unas 7h jeje. Así por la noche volví a salir otro ratillo.
Lo peor que llevo son las piernas, que parece que me pesan una tonelada cada una. Pero ya sabe el dicho de sarna con gusto no pica y me importa poco si me duelen o no. Ayer hablaba con unos chicos de un pueblo de al lado y me decían que era increíble el sentimiento que tenemos los del pueblo con las fiestas. Y va a tener toda la razón. Porque no es el hecho de salir de fiesta como si fueras un sábado de discoteca, sino ver el encierro, ir a la verbena, hacer el chateo, estar en la peña, feriar en el mercadillo, y, fundamentalmente, la convivialidad con la gente.
Algo que voy a echar de menos este año es bajar a ver los toros del encierro del día siguiente a los corrales, pero al parecer el toro que se escapó el domingo y que aún no han conseguido sedar está metido por la zona del río detrás de los corrales. Y a mí el toro me parece muy bonito ... pero si lo veo desde una zona segura, que soy muy miedosa.
Pues ya han pasado la mitad de los días de las fiestas que iba a estar. Habrá que disfrutar de hoy y mañana que nunca sé si al año siguiente podré estar :-)

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