Lo sé, es muy tarde ... pero llevo un día muy duro, ya os lo contaré mañana.
Pero hoy me centro en lo de ayer.
El artículo que me han aceptado para publicar este año fue rechazo el año pasado en otra revista, después de seis meses de agonía, quizás los peores meses, a nivel laboral, de toda mi vida. Así que cuando lo enviamos este año a la revista donde finalmente fue aceptado, dije que si lo aceptaban iba andando a un santuario que hay cerca de mi pueblo (5km).
Como el día anterior no había hecho tanto calor, quedamos mi madre y yo en ir juntas a hacer la promesa. En fin, ahí estaba yo con mis pantalones finos de montaña, los playeros de verano de senderismo, y mi camiseta de tirantes. Ja. Pegaba a las 5:30 de la tarde un sol que eso fue cumplir una promesa, pero con sacrificio. Ni una triste sombra en todo el camino. Terminé pidiendo a mi madre que me pusiera un pañuelo de papel pillado con los tirantes porque el sol me estaba quemando el hombro. Sin gorra ... Bueno, bueno, está claro que yo no he estado nunca en la guerra porque ... si que íbamos poco preparadas. Llegamos al santuario después de 45min, cansadas como perros. Nos tiramos un rato en césped, que incluso estaba calentorro a la sombra, y al cabo de unos minutos entramos en la iglesia para ponerle unas velas a la Virgen.
Supongo que a algunos de vosotros les extrañe que yo haga esto, pero tiene su aquel.
Yo no puedo decir que sea creyente ni que sea atea. Prefiero considerarme no definida. Lo que sí tengo claro es que, con todos mis respetos a los creyentes y "personal" religioso, no simpatizo con la institución de la Iglesia ni con todo lo que la rodea.
Desde la adolescencia no he sido de llevar cruces ni nada por el estilo, pero desde que me fui a estudiar a la Universidad mi madre me dio una estampita de la virgen y, aunque refunfuñé, ella me dijo que solo tenía que llevarla en la mochila. Y al final no me fue tan mal. Y cuando me marché a Francia, mi padre me regaló una cadena con la virgen y solo me la pongo cuando tengo que viajar. No es la primera vez que tengo que cumplir una promesa, así que no sé si sigo prometiendo por creencia o por superstición. Si te digo que lo seguiré haciendo por si acaso, a mí me da que es más por superstición, ¿no?
En fin, después de estar allí un ratillo y poner las velas, nos volvimos andando para el pueblo. A parte de que hoy parezco una minusválida andando, anoche he pasado una noche horrorosa. No he pasado tanto calor ningún día. Yo creo que si me ponen un huevo en el abdomen, se fríe. Y creo que fue por insolación.
Pero al menos ... yo cumplí con lo prometido.
Os pongo una foto del santuario.
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