Siempre digo que da gloria cada vez que me encuentro con mis amigas de toda la vida porque parece como si nos hubiéramos visto el día anterior aunque haga mucho que no nos vemos. Pero eso mismo me pasa con los amigos del gimnasio que hice cuando vivía en Valladolid. Sobretodo con tres de ellos. Lo que más me gusta de ellos tres, porque además los tres son del mismo estilo, es la confianza que tienen para contarme sus cosas. No sé como explicarlo, es como una relación muy sana en la que en ningún momento me he sentido incómoda. Además que me encanta la diversidad de temas con los que puedo hablar con ellos, desde temas de gimnsio y dietas hasta política y situación laboral. Ayer los tres me preguntaron por mi futuro laboral y cada uno de ellos me daba su opinión de cómo veían ellos las posibilidades.
En fin será por eso de "mente sana in corpore sano", pero la rutina del gimnasio es algo que echo mucho de menos en París. Durante mis años de tesis iba al gimansio 6 días a la semana, y no solo me venía bien para mantenerme físicamente sino que además me ayudaba a desconectar del estrés y a liberar mucha tensión acumulada del trabajo. Es más, mi actual jefa me ha aconsejado en varias ocasiones hacer algo de ejercicio o ir a correr para ver si de esa manera no iba por los pasillos como un miura jeje.
Pero igual que aquí es bastante asequible ir al gimansio, allí es más ... como decirlo... selecto. Por lo general son clubs en los que tienes que pagar un año entero de adelanto y, como os podéis imaginar, es una pasta que, además, no recuperas si dejas de ir por cualquier motivo. De hecho, te dan la posibilidad, a mayores, de pagar un seguro por si por circunstancias justificables dejas de ir al gimnasio. Normal que siendo así los parques estén llenos de gente corriendo ... por no pagar.
Y este es otro punto a favor de la calidad de vida en España ... (suspiros).
No hay comentarios:
Publicar un comentario