Pues sí, ayer tuve el día más asturiano desde que me vine a vivir aquí. Bueno ... puede competir con el día que fui con los amigos (uno de ellos asturiano) a la fiesta de la sidra organizada por una asociación asturiana. Esa igual os la cuento otro día. Pero está en el top ten entre el primer y segundo puesto, jeje.
Solo un inciso, es alucinante ver la cantidad de asociaciones de distintas regiones españolas fundadas principalmente durante la emigración española de los 60. Si lo comparas con ahora ... no tiene nada que ver. Yo no veo la misma solidaridad pero, claro, tampoco las condiciones son las mismas (de momento).
Y hecho este inciso, voy a lo que importa o_O.
Ayer venían a comer a casa una pareja de amigos italianos. Como yo no tenía mucho tiempo de cocinar, con todo el agobio que tenía encima, decidí preparar una fabada en la olla. La receta me venía de una fuente muy fiable. De esta manera podía, por fin, utilizar mi kit de fabada del Mercadona. Solo había un pequeño problema, nunca había hecho fabada antes. Hasta ahora, quiero decir cuando vivía en España, compraba las alubias de bote cocidas y solo tenía que aliñarlas. Pero como aquí tengo la olla, me envalentoné. Claro, que ... ¿dónde encuentras unas alubias asturianas en París? Podría decir que en ningún sitio, pero hay una tienda por la Plaza de Cataluña especializada en productos españoles donde quizás, por un exagerado precio, las podrías encontrar. Así que en su lugar compré unas alubias blancas portuguesas que encontré en el Carrefour.
En la receta me ponía 10h en agua fría, las tuve 17h (un error de cálculos). Un dedo de agua por encima de las alubias, yo las puse un poquito más de la cuenta, creo yo. 12 minutos de olla, venga lo dejé 15. Vamos que no seguí mucho el protocolo. Abro la olla. O_O. Eso parecía una sopa de alubias con tanto caldo. Las alubias medio deshechas y un hollejo .... más tieso que unas velas.
Cuando todo tenía pinta de que me tocaría bajar a por un par de kebabs, me llegó la solución por parte de mi madre. No os voy a aburrir con detalles culinarios, pero al final no quedaron nada mal ... salvo la alubias (eso ya estaba fuera de mi control). Aquí os dejo una fotito para que valoréis vosotros mismos.
A mis amigos italianos les gustó el plato. Menos mal que los pobres no pueden comparar. Claro, que ya le he dicho a mi compañero asturiano que me dé unas pocas alubias asturianas que seguro que lo bordo.
Todo hubiera salido redondo si, además, hubiera ganado Fernando Alonso el mundial (¡pobre! ¡qué carita se le quedó!). De todos modos, está claro de que es el mejor piloto de F1, porque de haber tenido mejor coche ... no le hubiera encontrado ni Lobatón (que no Lobato). Pero, esto es mundial de coches ... y, al final, es lo que vale.
Yo os prometo contaros mis avances culinarios en el terreno de la fabada y, si no, como dice mi madre, vuelvo a la alubia cocida de bote.
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