Por fin es viernes!

Aquí ando, apurando las últimas gotas de mi ponche-lima justo antes de irme a la cama.

 

Ha sido una semana cuanto menos intensa, con muchos frentes abiertos. Me ha costado un poco organizarme, he metido la pata en alguno de los experimentos, pero en líneas generales ha ido bien. Lo malo es que aún estando agotada tengo la sensación de no estar rindiendo lo suficiente y me molesta mucho.

Por otro lado ya he empezado el papeleo para mi nuevo contrato para a partir del 1 de enero, y, en cierta manera, hoy me voy a la cama con cierta tranquilidad.

Hoy ha sido un día más, sin nada que destacar salvo mi momento "ponche-cola". La verdad, no se me ocurría mejor manera de dar por terminada la jornada. Me he puesto a trabajar un poco con el ordenador, pero tras hacer la cena ... tenía dos opciones, 1) seguir trabajando y 2) tomarme un copa y disfrutar de un capítulo de una de mis series. Y, teniendo en cuenta que mañana no tengo que poner el despertador y que después de descansar tengo más posibilidades de ser más eficaz, me he decantado por esta última. Así que con un ponche - lima a razón de 5:1, y un capítulo de True Blood. ¡Madre mía! ¡Madre mía! ¿Quién habrá hecho el cásting? Para darle un premio. Y tened en cuenta que pienso lo mismo aunque no haya probado una gotita de ponche (aunque quizás no lo dijera, jeje). ¡Qué par de fichajes! Ayyyy, ¡qué me pierdo!

En definitiva, que es bueno poder desconectar aunque sea en casa y por un par de horas. Sirve para recargar un poquito las pilas y así seguir mañana con el trabajo con más energía y con la mente más despejada (o eso espero, jeje).

¡Que pasen un buen fin de semana!