Como no podía ser de otra manera, hoy os tengo que hablar del concierto de anoche.
De los tres conciertos que tenía reservados este otoño, esta era el único del que no estaba completamente convencida. Por un lado el tío es un virtuoso de la guitarra y me apetecía mucho verle pero, por otro lado, en sus canciones no hay letra y no sabía si iba a ser capaz de aguantar todo un concierto solo instrumental. Pero bueno, la única manera de saberlo era yendo. Otra gran pega era el día y la hora. ¡Un lunes a las 20h! Echando cálculos: los teloneros que estén 30 - 45min más otros 30 min de descanso, si el concierto dura 1h30 (tampoco creo que dé mucho de sí un concierto de estas características) = el concierto que termine a las 22:30.
Hasta aquí las suposiciones, y ahora la realidad.
Tenía pocas ganas de ir, estaba cansada como un perro, lunes, frío, uhmmm. Pero salgo del metro y lo primero que veo es la Ópera Garnier iluminada. Aaaahhh, ya no me acordaba de lo bonita que era. Quizás llevara sin pisar por allí desde el concierto de este verano de Hugh Laurie. Llego al Olympia y en el enorme letrero luminoso, cual teatro de película, está el nombre de Steve Vai. Cuando entro en la sala son ya las 20:00 y justo en ese momento sale el telonero, que no es otro que el segundo guitarrista del propio Steve Vai. Toca cuatro canciones y por megafonía el teatro anuncia que hay 20 min de descanso. Realmente se me hace raro ver un concierto de rock en una sala de esta clase. ¿Prejuicios? Intento colocarme más o menos en el centro. Lo bueno es que esta sala está inclinada, pero aún así siempre tengo delante a chicos más altos que yo. El fondo del escenario es un megadibujo de su cara. Llega la hora, se apagan las luces del teatro y mientras que las del concierto se empiezan a iluminar, miles de colores. Y ahí salen tan tranquilos, Steve Vai y su banda. Y aquí ... a disfrutar como una loca. Es que no puedo describirlo. Simplemente increíble. El tipo toca, como él solo. Y no lo digo porque lo haga bien sino porque no hay nadie a quien se parezca (quizás pueda ser que alguno se parezca a él, pero él es ... el original). Menos mal que ahora no hay moscas, porque me pase gran parte del concierto con la boca abierta.
No solo a nivel musical estuvo bien, sino que además el tipo es un completo y gran showman. ¡Impresionante! Pero más impresionante fue que estuvo tocando ¡3h! Desde las 20:40 hasta las 23:40.
Tengo muchísima suerte de haber podido disfrutar de un concierto de alguien tan legendario como él.
Aquí os dejo un vídeo suyo con la canción que más me gusta suya, y posiblemente la más conocida. Él dice que cuando toca la guitarra, no lo hace con las manos sino con todo el cuerpo. Seguro que ahora entenderéis por qué.
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