Al parecer esta semana va a ser la semana estival de París. Pero aún así, ayer me quedé todo el día en casa.
Me propuse avanzar un poco con el trabajo, pero no sé cómo llegué a pasar toda la tarde a actualizar mi curriculum vitae. A veces es como si terminaras haciendo algo que para nada habías planeado simplemente porque una cosa te lleva a la otra y cuando te quieres dar cuenta está inmerso en ello.
Tenía por encima de la mesa mi nuevo contrato, mi "licencia para matar" y varios papeles más y decidí ponerlos junto con el resto de papeles que forman el CV. Con todos los papeles delante me dí cuenta de que llevaba sin actualizar mi CV más de un año y medio. Así que me puse a añadir datos. En cierto momento me pregunté porqué estaba perdiendo toda la tarde en hacer esto. Y entonces pensé que quizás era porque dentro de poco me tocaría usarlo, o bien porque en septiembre (si nada cambia, según se esán poniendo las cosas en España) sale la convocatoria para los contratos de 5 años allí; o porque la última vez que estuve en el pueblo, un conocido del gremio me dijo que le enviara mi CV porque igual necesitaban a alguien.
En cualquier caso, estas cosas me hacen reflexionar sobre qué debería de hacer. Pero no hay una respuesta simple. En cualquiera de las dos opciones, volver a España o quedarme en el extranjero, tengo algo que sacrificar; solo tengo que reflexionar qué aspecto queda en segundo plano.
Lo sé ando muy trasncendental. Quizás busco señales donde no hay señales. Aiiins, ¡no tengo remedio! Hoy tengo una jornada de 9 h a 19 h, así que andaré bien ocupada y sin tiempo de hacer caso a mi linda cabecita, jejeje.
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