¡Qué panzada me eché ayer a reír! Como decía la madre de Pedro Ruiz "Me duelen los huesos".
Todo empezó por ser una vaga de campeonato. Para todo lo relacionado con el trabajo me puedo matar a trabajar, pero para las cosas cotidianas puuufff soy un desastre. Llevaba un día y medio con la luz del depósito de gasoil encendida y no me gusta nada ir a echar el gasoil sola. Creo que tengo la sensación de que me van a robar el coche en la gasolinera (no me preguntéis por qué lo pienso). Ayer tenía la intención de subir y bajar andando al laboratorio, pero estaba lloviendo. Así que la mejor opción era la de ir en coche, evidentemente. Llamé a mi niña, que debería de estar en el laboratorio, y le pregunté si tenía mucho trabajo. Me dijo que terminaría más o menos al mediodía y que su hermana, que había llegado de visita el día anterior, estaba de camino al labo. Entonces le propuse ir a un centro comercial a 5km de mi casa para comer e ir de rebajas.
Si ya hace unos meses os decía que me encantaba la forma de ser de mi niña, estando las dos hermanas juntas son un terremoto. Su hermana es muy parecida a ella, pero es que además es más joven y con mucho más desparpajo así que ... para morirse. Me gusta mucho verlas juntas porque da la sensación de que están en su mundo, se las ve con mucha complicidad (se miran y se lo dicen todo), ambas muy protectoras y sobretodo, ayer se las veía felices.
Pues allí que nos fuimos las 3 a pasar toda la tarde en el Belle Epine (el centro comercial). Menos mal que no estaba maquillada porque no paré de llorar de tanto reírme en toda la tarde. Tienen un humor que me encanta, afilado, en ocasiones irónico y puyero. De este que tienes que saber reírte de uno mismo si no quieres enfadarte. Me encanta. Evidentemente no puedo poneros ejemplos porque son situaciones o frases que dices en una situación en concreto y que si no estas en el momento, no tienen gracia a posteriori.
Después de pasar toda la tarde juntas, nos fuimos a la Cité Universitaire, donde vive mi niña, porque habíamos quedado por tercera y última (por el momento) vez con nuestra austríaca y otra compi italiana. Y ahí te das cuenta de que hay ciertos tipos de humor que no traspasan fronteras, aunque creo que también depende de caracteres.
Por un día me trasladé a un microambiente extremeño :-)
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