lunes, 24 de septiembre de 2012

Al otro lado

Estoy encantada con mi nueva etapa de jefa, aunque está claro que influye mucho a la persona que tengas al otro lado. Y no seáis malos y penséis que es porque así tengo a alguien a quien explotar, que me haga el trabajo y pueda mandar. Sino porque esta primera semana me he dado cuenta de que he pasado esa línea que delimita aprender y enseñar.
Es verdad que en el mundo de la ciencia nunca dejas de aprender porque es un avance continuo, pero tienes click en el que tienes los suficientes conocimientos o experiencia como para enseñar a los demás. Mi punto fuerte son los experimentos in vivo con los ratones así que no solo disfruto mucho trabajando con ellos sino que además me encanta enseñar a los demás a trabajar con ellos.
Y, obviamente, ahora tengo que enseñar a mi estudiante de máster a trabajar con ellos. Y hoy, por primera vez para ella, los ha tenido que inyectar. Aún los tiene pánico y el mínimo movimiento que hace el ratón (que se tiene que mover que es un ratón) ella piensa que es un mal bicho que la quiere morder. A mí me hace gracia, jeje, pero al mismo tiempo pienso en cómo estaba yo cuando empecé a trabajar en mi antiguo laboratorio haciendo mi proyecto fin de carrera. Tenía exactamente la misma edad que tiene ella ahora.
Y después de haber sido capaz de inyectar a 38 de los 40 ratones que tenía que inyectar en total, la veías en su cara esa cara de satisfacción que se te pone cuando eres capaz de hacer algo de lo que pensabas que no podrías hacer. Y, claro, mi satisfacción por ella de que lo haya conseguido.
Otra de las cosas positivas que encuentro a esta experiencia es que es un ejercicio para mí de confianza porque tengo fama de ser muy "precisa" y, por eso, siempre tengo la sensación de tener que estar controlándolo todo. Así que esta tarde, le he explicado cómo tenía que preparar las células para un experimento de mañana y le he dicho que estaba en mi oficina por si tenía alguna duda. Me siento como una madre cuando deja que su niño vaya por primera vez solo al cole y se queda mirándolo desde lejos para ver que todo va bien. Pues algo así.
En fin, todo el trabajo a mayores que tengo que emplear para sacar adelante su proyecto y los míos se ve recompensado con creces por todas esas sensaciones. Aunque seguro que con alguien con menos ganas de aprender y menos motivado, todo sería muy distinto :)

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