viernes, 7 de septiembre de 2012

Quitar para poner

Hoy he podido hacer una de las cosas que más satisfacción da: tirar cosas acumuladas.
 
Igual que en casa vas acumulando trastos con los años, lo mismo pasa en el trabajo. Ya os podéis imaginar cuántas cosas he podido acumular en 5 años y medio de trabajo. Como durante este tiempo he trabajado sobre el mismo proyecto, no podía tirar nada hasta que el artículo estuviera aceptado. Pero como el artículo por fin fue aceptado, ayer le pregunté a mi jefa que si quería podíamos dedicarnos hoy un rato a eliminar tubos, placas, cristales y demás restos de experimentos que estaban tirados por los frigoríficos y congeladores.
Al principio empiezas como con miedo, "esto sí pero quizás esto lo necesite más adelante". Y según vas tirando cosas, ya lo haces a discreción "da igual, si lo vuelvo a necesitar, lo repito". Lo he cogido con tantas ganas que por un momento he dudado si había tirado algún tubo que fuera de alguna de mis compañeras en lugar de mío ("¡Ups! ¡Espero que no!)
¿Y la cara de satisfacción que se te queda luego? Mi jefe lo compara con tirar de la cadena. Puede ser.
Aunque la finalidad de deshacerse de las cosas que ya no se necesitan no se limita a tener más sitio, sino a hacer sitio para las cosas nuevas que vas a necesitar. Es como la visualización de un punto y a parte.
Estaba yo pensando lo bien que me vendría hacer lo mismo en casa. Pensaba "jo, yo creo que mañana mismo me pongo a revisar todo lo que tengo en casa y a tirar todo lo que no me hace falta". Pero ha sido una reflexión que me ha durado poco tiempo. Sinceramente, no lo considero el mejor plan para un fin de semana.
Aaaahhh (suspiro)!! Un poquito más ligera sí que me siento. Y con esta satisfacción os deseo buenas noches y un buen fin de semana. A ver si el tiempo acompaña.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario