No llevamos ni tres semanas del arranque del curso y hoy ya hemos asistido a la primera defensa de tesis de nuestro grupo.
Yo creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, pero se hace raro ver llegar y partir a los estudiantes de tesis cuando eres postdoc. Es algo casi anti-natural, salvo que hayas sacado una plaza. La financiación para la realización de la tesis es por 3 - 4 años, mientras que las de postdoc es de 2. Ya os podéis imaginar que, llevando 5 año y 8 meses, ya estoy en la fase de ver partir a los estudiantes que también he visto llegar.
Hoy ha sido una tesis un poco especial porque él fue el primer estudiante pakistaní que llegó a nuestro laboratorio. Tengo que reconocer que al principio no tuvo que ser fácil para él puesto que casi todos los demás éramos europeos y con creencias religiosas mucho menos arraigadas que él. Claramente era el más diferente. Pero poco a poco, con el paso de los años ha conseguido relajarse un poco facilitándole la completa integración en el laboratorio. Hasta el punto que esta mañana la sala donde ha presentado la tesis, aunque no fuera muy grande, estaba llena.
Me he acordado mucho de mi tesis. Esto no lo digo para jactarme, ni mucho menos, sino con orgullo y con muchísimo cariño, pero el día de mi tesis me impresionó mucho ver incluso gente de pie en la sala. Como después mi jefe me había dicho, no había quedado nadie en el nuevo edificio porque todo el mundo había ido a la Facultad de Medicina para ver mi tesis. Y verme arropada en ese momento por tantísima gente a la que no puedes casi ni atender porque estas de los nervios, pero que agradeces en el alma que hayan ido, es uno de los momentos más bonitos que guardo de mi época de estudiante de tesis.
Y ver hoy la sala llena, con amigos que se quedaban de pie, me ha recordado ese día. Creo que tiene motivos para estar contento y orgulloso, no solo por su magnífica presentación, sino por verse rodeado de tanta gente.
Para rematar, sus amigos han preparado un almuerzo con comida típica pakistaní, que según ellos no picaba mucho (menos mal) y que estaba buenísima. Espero que en unas semanas podamos reunirnos con él con más calma y poder ir a celebrar su nuevo grado a un restaurante pakistaní que le guste.
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