Pues la vuelta al trabajo no han sido tan dura como me imaginaba.
Mi jefe tan solo me ha recordado que tenía que acabar cuanto antes, pero no ha insistido. Tampoco me lo ha dicho en tono exigente, tan solo en plan condescendiente. Supongo que como jefe tiene que recordármelo, pero sabe que no puede presionar más. En su justa medida.
Lo bueno es que al no desconectar durante este mes de agosto, he podido ocuparme de las cosas de manera más eficaz. Porque lo típico después de las vacaciones es pararte a hablar en los pasillos con los compañeros, preguntarles por sus vacaciones, contarles las tuyas, tomarte un café detrás de otro y dedicar tiempo a ponerte al día en cómo dejaste las cosas antes de marcharte. A ver, tampoco he estado al 100% porque también había alguna compi con quien quería pasar un poquito de tiempo; pero ... bueno, bastante contenta con el rendimiento del primer día.
Hace unos días, hablando con mi hermano, le preguntaba si él también se sentía raro cuando iba a su pueblo y estaba con sus amigos de toda la vida. Y me dijo que, evidentemente, sí. Y me dijo que el truco estaba simplemente en aceptar que somos diferentes. Y creo que es uno de los mejores consejos que me han dado. No quiero decir que seamos mejores ni peores, para algunos seremos unos genios, para otros solo unos raros, unos frikis, ¡qué se yo! Pero lo bueno es cuando, independientemente de como te vean, te acepten tal y como eres porque de esa manera no tienes que hacer el esfuerzo en encajar con ellos ... porque de hecho te hacen sentirte cómodo. Para que me entendáis, hay una de mis niñas que siempre me dice que estoy pasada, que se me va la olla ... pero me lo dice de tal manera que se nota que me lo dice con todo su cariño y en ningún momento me ofende.
Hoy estaba en mi salsa. Organizando los experimentos, hablando con los compañeros con los que colaboro, comprobando que mis ratoncillos habían llegado esta semana para empezar los experimentos la semana próxima. Ya daba igual si me había pasado mi mes de vacaciones trabajando, iba por el pasillo con una sonrisa de oreja a oreja. Como pez en el agua :-)
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