¿Qué tienen los 30?

No, ayer no fue mi cumpleaños ni tengo 30 años ... estos pasaron hace unos poquitos de años (no muchos). Pero sí fue el cumpleaños de una amiga francesa que pasaba a la treintena.

 

Para la ocasión, reservó toda la planta de su restaurante favorito y consiguió juntar a unas 40 personas. La fiesta comenzaba a las 6 de la tarde y cada uno podía unirse a la fiesta cuando quisiera: al happy hour, la cena, salir a bailar después. La verdad es que se la veía muy feliz rodeada de tanta gente. Yo no conocía a casi nadie solo a la chica griega con la que cené el jueves, a mi cuñada italiana y, la sorpresa de la noche, un ex-compañero del labo que es de origen hindú y que hacía un año que no veía. La fiesta estuvo bastante bien (a bailar no me quedé pero me imagino que igual de bien). Como en una boda, ella intentaba estar atenta de todos y cada uno de nosotros.

 

Pero ... ¿qué pasa con los 30? Creo que en este sentido difiero de una gran parte de las mujeres. Las que no han llegado aún a los 30, te hablan de ellos como si "fíjate, ¡qué mayor!". Y a muchas, cuando llegan, parece que las meten un petardo en cierta parte y las corre prisa por casarse y tener hijos (si no los tienen ya). ¡Qué manera de agobiarse con la edad!. No me malinterpretéis, cada uno tiene sus prioridades en la vida y tiene perfectamente derecho a casarse y tener hijos, y a agobiarse por ello. Lo que no entiendo es que el agobio entre cuando llegan los 30.

 

Para mí la treintena está siendo el mejor periodo de mi vida, después de la adolescencia. Porque ya con 30 años eres una mujer con algo de experiencia, que puede tener claro lo que quiere en la vida y que ya está siguiendo su camino. Que tiene sus propios criterios y que es independiente. En definitiva, que tiene todos los ingredientes para hacer con su vida lo que la dé la gana. No sé como explicarlo es como decir que "se es libre y se tiene la capacidad para serlo".

 

Creo que ponerse metas en función de la edad es un gran error (hombres y mujeres). Creo que es bueno tener metas y luchar por ellas en el momento en el que empieces a desearlas. Sin más. Y ya llegará cuando tenga que ser.