Pues ya estoy en casa y con unos cereales en la mano antes de marcharme a dormir.
Ha sido un fin de semana absolutamente genial. He estado en una de las zonas más bonitas de Francia y con dos buenas amigas. ¡Qué más se puede pedir!.
La verdad es que nos hemos metido una paliza. Ayer después de escribir el blog nos fuimos a cenar y a dar una vuelta por la zona centro de Tours. Precioso. Y de noche más. Además había muchísimo ambiente, más que en París. Es cierto que una ciudad más pequeña suele tener más concentrada una misma zona los bares y restaurantes para salir de noche. Yo ya había visto Tours hacía 4 años, pero de día y en plan rápido. Y cuando lo vía anoche no tenía nada que ver. Si de día es bonito, de noche es insuperable.
Esta mañana nos hemos levantado a una hora tempranita para poder ir a visitar otro castillo del Loira, el castillo de Amboise. La ciudad de Amboise es una de esas ciudades con encanto, que parece que no han pasado por ella los años, solo los comercios parecen modernos. Pero no se ve ningún edificio moderno, ni en las calles principales. El castillo es bonito, pero ahora mismo solo queda un 10% de lo que en su día llego a ser. En una capilla situada dentro del recinto del castillo se encuentra la tumba de Leonardo da Vinci, ya que fue en Amboise donde murió. Es una tumba simbólica ya que sus restos fueron enterrados en otra iglesia de la ciudad que fue quemada.
Después de ver el castillo, ya por la tarde, nos hemos planteado ir a ver la casa donde vivió da Vinci, pero al ver la pedazo de cola que había hemos decidido ir a otro castillo del valle del Loira, el castillo de Chenonceaux. La visita a este castillo ha sido ya por gula, porque en realidad yo ya no podía con mi alma, pero después de más de 200km me parecía un pecado no acercarnos a verlo, siendo para mí uno de los más bonitos, y estando a tan solo 12km de Amboise. Así que para allí hemos ido. Ya no es que llame la atención el castillo, sino que en este caso también lo son las hectáreas de bosque que tienen alrededor. Entre la intimidad del bosque, la calma del río y la solemnidad del castillo es fácil entrar en estado de trance. Es como si no hubiera nada más que eso.
En fin, simplemente genial ... los lugares y la compañía.
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